¿Qué hay detrás de los amparos de los hijos de AMLO?
La solicitud de amparo presentada ante una autoridad judicial federal contra medidas como la incomunicación, no localización, privación de la vida o posible desaparición forzada y orden de aprehensión, a favor de 16 personas, entre ellas Andrés Manuel y Gonzalo Alfonso López Beltrán, hijos de Andrés Manuel López Obrador, genera muchas suspicacias, pero deja claro que a quienes menos beneficiaría sería justamente a los vástagos del tabasqueño.
Sería por demás inusual que ambos personajes presentaran lo que en el argot jurídico se le denomina como un amparo buscador, que no tiene otro objetivo que conocer si una persona cuenta con orden de aprehensión, ya que únicamente bastaría una llamada del ex mandatario a la presidenta Sheinbaum para conocer si existe alguna investigación en contra de sus hijos.
Y más incongruente resultaría que ambos buscaran dicho amparo, con un documento en el que también figuran personajes ligados a la red de contrabando de combustible, como el contraalmirante Fernando Farías Laguna y Roberto Blanco Cantú, conocido como el “Señor de los Buques”.
Por el contrario, lo que sí genera es que quienes pudieron “aventar” el petardo utilicen el efecto negativo para desprestigiar a ambos con el argumento que solamente personas que tienen “cola que les pisen” habrían interpuesto dicho recurso para obtener la protección de la justicia federal.
Más allá de que el propio Andrés Manuel López Beltrán ya desmintió haber hecho dicha solicitud y que la presidenta Claudia Sheinbaum haya señalado que se trata de una campaña política para desprestigiar a su predecesor y su familia, está más que claro que el objetivo de la bomba mediática es dañar la imagen del ex presidente. Aquí la pregunta que queda en el aire es el origen del dardo envenenado, ¿fue la derecha o es fuego amigo?
Sismos: prevenir es mejor que reconstruir
Sólo el año pasado ocurrieron 33 mil 396 sismos en todo el país, un promedio de 91 al día, según investigadores de la UNAM, afortunadamente sin daños que lamentar. Sin embargo, particularmente cada 19 de septiembre, recordamos la magnitud que pueden alcanzar. En el caso del terremoto de 2017, se estiman más de 200 fallecidos, resultaron afectadas más de 25 mil viviendas, 1,132 escuelas, un hospital y 13 inmuebles catalogados, con una inversión de 15 mil 755 millones de pesos en reconstrucción. A nivel nacional, las pérdidas económicas directas ascendieron a 88,439 millones de pesos, concentrando casi la mitad en la Ciudad de México.
El Colegio de Ingenieros Civiles de México hace énfasis con el cumplimiento cabal del Reglamento de Construcciones para el Distrito Federal (Ciudad de México) y sus Normas Técnicas Complementarias, dado que contemplan avances importantes en materia de ingeniería sísmica. Asimismo, el Colegio destaca la importancia de reforzar los edificios para reducir riesgos de colapso, protege vidas y evita pérdidas económicas mayores, pues la prevención es más eficiente que la reconstrucción. Para lograr este reforzamiento, la responsabilidad debe ser compartida entre propietarios, autoridades y el sector inmobiliario, quienes pueden apoyarse de incentivos fiscales, fondos de garantía y seguros que promuevan la seguridad estructural.
Cabe señalar que, en caso de emergencia, el Colegio de Ingenieros Civiles de México cuenta con el Protocolo de Actuación Post-Sísmica, mediante el cual organiza brigadas de ingenieros civiles voluntarios para la inspección de viviendas y oficinas tras un sismo, a través de un esquema estructurado en cinco fases: ocurrencia del sismo, activación del protocolo, integración de brigadas, inspección de daños, dictaminación estructural y rehabilitación. Durante el sismo de 2017, este mecanismo permitió desplegar 35 brigadas con más de 700 voluntarios que revisaron 2,500 estructuras en la capital.
Liderazgo en tiempos de sismo
La memoria colectiva revive, pero, con el paso del tiempo, también se diluye y hoy en día, preocupa que muchas de las nuevas generaciones de profesionistas no hayan vivido estas experiencias de los terremotos en carne propia y perciban los simulacros o protocolos de seguridad como un trámite más que como una medida vital. Esa percepción es peligrosa, porque subestimar los riesgos conduce a la complacencia, y en materia de sismos, la complacencia cobra un precio alto.
En este sentido, resulta valioso el esfuerzo de Computrabajo, el sitio de empleo líder en Latinoamérica, que comparte recomendaciones clave que ayudan a sensibilizar a los jóvenes profesionistas sobre la importancia de la prevención, desde vincular la seguridad con su realidad diaria, hasta destacar que conocer y aplicar protocolos puede convertirlos en líderes dentro de su entorno laboral.
Un punto crucial es recordar que la prevención también se traduce en empleabilidad. Las organizaciones valoran la disciplina, la responsabilidad y la capacidad de reaccionar con serenidad en situaciones críticas y el talento que demuestra estas cualidades no solo protege a su equipo, sino que también incrementa su propio valor profesional.
En un país donde los sismos no son una posibilidad remota, sino una certeza estadística, convertir la prevención en un hábito organizacional es un imperativo ético y empresarial. La verdadera prueba de liderazgo no ocurre en las juntas de consejo ni en las metas de ventas: sucede en esos minutos críticos donde la calma, la preparación y la coordinación definen quiénes salen ilesos y quiénes no.
La próxima vez que suene la alerta sísmica, no lo vea como una incomodidad, véalo como un ensayo de liderazgo en su forma más pura.
El futuro de la construcción sismorresistente
La seguridad estructural no es un costo, es la inversión más rentable que puede hacerse en una ciudad asentada sobre un antiguo lago y expuesta a distintos tipos de actividad sísmica. Hoy, la discusión ya no se limita a si los edificios cumplen con la Norma Técnica Complementaria de Sismo. El verdadero valor –económico, social y patrimonial– se encuentra en quienes van más allá de la normativa y apuestan por la innovación: inteligencia artificial para modelar escenarios, sensores que permiten mantenimiento predictivo, materiales autorreparables y diseños resilientes que garantizan no solo resistencia, sino habitabilidad tras un evento.
Un ejemplo reciente es University Tower, en Paseo de la Reforma. Su cimentación a 75 metros de profundidad, el sistema dual de marcos y núcleo central o la cisterna diseñada como amortiguador estructural, no solo representan soluciones de ingeniería; son también un mensaje al mercado: invertir en inmuebles seguros es blindar patrimonio frente a uno de los mayores riesgos de la capital.
Desde la perspectiva financiera, la innovación en construcción sismorresistente se traduce en tres dimensiones claras: confianza de compradores e inversionistas, plusvalía sostenida y reducción de costos futuros por daños o reconstrucción. En un país donde la resiliencia urbana es condición de estabilidad económica, hablar de seguridad no es solo una cuestión de ingeniería, sino de estrategia de largo plazo.
Síguenos en Google Noticias para mantenerte informado
El cargo ¿Qué hay detrás de los amparos de los hijos de AMLO? apareció primero en Mundo Ejecutivo.
