Polanco: de lo snob a lo violento
La zona de Polanco en la alcaldía Miguel Hidalgo se ha caracterizado por décadas, por ser una de las más exclusivas de la Ciudad de México. Incluso, hay quienes dicen que es el Beverly Hills de la CDMX y Mazaryk el Rodeo Drive de la capital del país. Un lugar en el que convergen corporativos transnacionales, tiendas de diseñadores mundiales, restaurantes con distinciones Michelin, discotecas y bares exclusivos. Un sitio donde el poder económico es exageradamente notable.
Hoy, esa zona tan nice, que se supondría, por lo que representa económicamente, debería ser de las más vigiladas, no solo de la capital sino del país, se ha convertido en un lugar perceptiblemente inseguro, ya que en las últimas semanas y años ha sido escenario de episodios violentos que han implicado desde ejecuciones hasta hallazgo de cuerpos.
El más reciente hecho que tuvo lugar en esa colonia, fue el homicidio de un joven empresario jalisciense, propietario de un famoso negocio de estilitas de estrellas famosas, quien fue ejecutado por hombres que viajaban en una motocicleta, un modus operandi que se ha hecho repetitivo en cualquier alcaldía capitalina.
Otro episodio de brutalidad se registró hace poco más de un año, en septiembre de 2024, cuando un hombre que se disponía a descender de una camioneta blindada, fue sorprendido a tiros por un sujeto que le disparó en varias ocasiones y que huyó corriendo, acompañado de un cómplice. Otro momento funesto, sucedió tres meses después en un restaurante mexicano ubicado en una plaza comercial, donde sujetos que simulaban ser repartidores de comida asesinaron a un comensal, quien fue identificado como ex manager de un cantante de música regional.
Por si eso fuera poco, ese mismo mes fueron encontrados los cuerpos de dos hombres a bordo de un vehículo, uno de ellos en la cajuela, al interior del estacionamiento de un domicilio de la misma colonia.
Y si a estos hechos agregamos las múltiples historias en que personas que han acudido a algún establecimiento de Polanco han sido víctimas de robos, extorsiones o levantones, el asunto empeora y cada vez más, deja muy mal parada a esta zona tan lujosa, en particular a las autoridades de la alcaldía y la ciudad.
Aunque el despliegue policial en todo el corredor que abarca el exclusivo barrio de Polanco es notable, con la presencia de agentes de proximidad, turísticos, de agrupamientos y hasta de investigación, pareciera que el esfuerzo ha sido insuficiente, ya que lejos de que la situación mejore, siguen presentándose este tipo de sucesos, muchos de ellos relacionados con temas de narcotráfico, ajustes de cuentas o asuntos personales ¿Qué necesitará hacer la autoridad para que las cosas cambien?
Sheinbaum y la “democratización” del agua
En México el derecho humano al agua establecido en el artículo cuarto constitucional es prácticamente un mito. La triste realidad es que en nuestro país pagan más por el recurso hídrico quienes menos tienen, producto de políticas fallidas que colocaron a este bien común como si se tratara de una mercancía.
Datos de CONAGUA señalan que el 76% del agua concesionada va al sector agrícola, pero la realidad es que gran parte de ella se encuentra en manos de grandes productores comerciales con sistemas de riego tecnificado, mientras que los pequeños campesinos dependen del temporal y tienen acceso limitado al agua de riego.
Apenas el 14% se destina al abastecimiento público urbano, lo cual explica porque millones de seres humanos se ven sometidos a cortes constantes o a comprar pipas. Donde hay red pública, el agua es barata: hablamos de que las tarifas domésticas oscilan entre 6 y 10 pesos por metro cúbico; donde no hay, las cosas cambian dramáticamente, comprarla a un concesionario puede costar de 15 a 20 veces más caro.
Buscando paliar esa inequidad, la presidenta Claudia Sheinbaum envió al Congreso una iniciativa de reforma a la Ley de Aguas Nacionales. Un proyecto que busca que el Estado recupere la rectoría del agua y ponga fin al modelo de concesiones heredado por Carlos Salinas de Gortari en 1992. En juego está algo más que un cambio legal, se trata del choque entre dos visiones de país.
Haciendo un poco de memoria, en plena fiebre neoliberal, Salinas expidió una ley que estableció concesiones a 30 años renovables y, sobre todo, permitió la transmisión de derechos entre particulares. Esto abrió el mercado del agua, en teoría regulado, en la práctica el surgimiento de oligarcas del líquido. Se prometió eficiencia y certeza jurídica cuando en realidad se allanó el camino para la concentración, el acaparamiento y, con el tiempo, el “huachicol de agua”: pozos clandestinos, transferencias irregulares y extracciones por encima de lo autorizado.
Los resultados saltan a la vista: de los 653 acuíferos del país, 157 están sobre explotados y más de 286 no tienen posibilidades para nuevas concesiones. En las redes urbanas se pierde hasta el 40% del líquido en fugas y apenas el 41% del agua residual recolectada es tratada adecuadamente.
La iniciativa de Sheinbaum busca romper con todo eso: prohibir la compraventa de concesiones, acortar plazos, sancionar el tráfico ilegal y devolver al Estado la capacidad de decidir sobre este estratégico recurso. Pero ojo, no basta el cambio de narrativa colocando la soberanía por delante para resolver un problema que ya de por sí es complejo. Se necesita mucho más que leyes, se necesita dinero, inversión en infraestructura, tecnificación agrícola, tratamiento de aguas residuales, programas de eficiencia urbana y adaptación climática, sin recursos todo esfuerzo será vano y esto sin duda es una prueba de fuego para la Cuarta Transformación, una demostración de que en verdad puede imponerse al poder del mercado que no se va a quedar cruzado de brazos.
Encinas a la OEA
Alejandro Encinas Rodríguez rindió protesta en el Senado como representante permanente de México ante la Organización de los Estados Americanos (OEA) el pasado martes. La designación ha sido interpretada por muchos como un exilio de terciopelo para el cuadro de la izquierda mexicana con más experiencia como político y funcionario público.
Lo primero que extrañó fue que Claudia Sheinbaum echara mano de un funcionario que no era de su administración, sino de la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, por lo que el movimiento tuvo que ser con el consentimiento formal de Clara Brugada. Tampoco pareciera que a la jefa de Gobierno le costara desprenderse de su secretario de Planeación, Ordenamiento Territorial y Coordinación Metropolitana.
Encinas se cerró las puertas para ocupar un lugar en la administración de Sheinbaum cuando como subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración de la Secretaría de Gobernación, sacó nuevamente el dato de que Omar García Harfuch estaba mencionado en la investigación de los 43 normalistas de Ayotiznapa desaparecidos en Iguala, en plena elección de la candidatura de Morena para la Jefatura de Gobierno capitalina. La declaración no fue determinante, pero sí parte de un cierre de filas dentro de Morena para respaldar la candidatura de Brugada frente a la del favorito de Sheinbaum.
Ahora, todo indica que hubo dos factores que llevaron a la decisión de mandar a Encinas lejos de la política doméstica. El primero, la operación política que realizaba en la Metropolitana -como se le conoce a la nueva secretaría-, que contemplaba una amplia agenda que pasaba por movilidad, seguridad, agua, marco legal; sumar a todo Hidalgo, Morelos y Querétaro y, hasta un parlamento metropolitano. Poco a poco, con varios proyectos y acciones, Sheinbaun fue dejando claro que la coordinación de la Zona Metropolitana del Valle de México pasaba primero por el gobierno federal.
El segundo, el caso Ayotzinapa. Con la revisión de lo que hecho durante la administración pasada, responsabilidad de Encinas, quedó claro que la línea fue deslegitimar y deshacer toda la llamada “verdad histórica”, aprehender exfuncionarios y militares de todos los niveles, liberar delincuentes torturados, pero sin lograr avances respecto a lo sucedido hace 14 años y sin darse con el paradero de los normalistas. En el camino hubo varias torpezas, como la insistencia de Encinas de incriminar a las Fuerzas Armadas; sus intentos de negociar con el e titular de la AIC, Tomás Zerón, para sumarlo como testigo protegido; pruebas presentadas en el informe final que pudieran ser invalidadas al no contar con el debido sustento, reconocido por el propio Encinas; en suma, una investigación que no llevó a nada y retrocedió en mucho, donde la referencia a García Harfuch ya es lo de menos.
Teniendo una investigación que se tiene que reorganizar y reconstruir sin cargas ideológicas para avanzar en lo posible, y que probablemente va a entrar en conflicto con las “conclusiones” -de alguna forma hay qe llamarlas-, de Encinas, lo mejor es tenerlo lejos… en Washington, donde no faltará quién esté pendiente de él.
Digitalizando la búsqueda de empleo
79% de las personas que buscan empleo utiliza aplicaciones móviles para encontrar vacantes, mientras que 86% de los reclutadores recurre a bolsas de trabajo online como su medio principal de atracción de talento, de acuerdo con el estudio “Búsqueda de empleo y talento Online 2025”, elaborado por OCC, la bolsa de trabajo líder en México.
Uno de cada 4 candidatos consiguió su último empleo a través de una app, mientras que un 20% lo hizo gracias a recomendaciones personales, mientras más de la mitad de los reclutadores (54%) considera que las bolsas de empleo en línea son el medio más efectivo para concretar contrataciones, según el estudio.
En cuanto al uso de Inteligencia Artificial, el 27% de los entrevistados dijo haber recurrido a alguna herramienta de IA para potenciar su estrategia laboral. Entre los usos más comunes destacan la redacción o mejora del currículum (74%), la búsqueda de vacantes compatibles (41%) y el análisis de descripciones de puesto (30%). También sobresale su utilidad para identificar tendencias laborales y las habilidades más demandadas (26%), así como para redactar cartas de presentación personalizadas (25%). Sin embargo, 73% aún no ha incorporado estas tecnologías a su proceso. Entre las principales razones está la falta de familiaridad con las herramientas (37%), que apenas comienzan a explorarlas (33%) o la preferencia por métodos tradicionales (31%). También hay un sector que desconoce cómo utilizarlas (24%) o no las considera necesarias en la búsqueda de empleo (20%).
En el caso de los reclutadores, la adopción es mayor: 46% ha utilizado la IA en sus procesos de selección. Su aplicación se concentra en la redacción automática de descripciones de vacantes (82%), el filtrado de perfiles (35%) y el análisis de currícula mediante algoritmos (28%). Algunos incluso han experimentado con chatbots para la interacción inicial con candidatos (15%). Las razones de quienes aún no han dado el paso son similares a las de los candidatos: 46% reconoce no estar familiarizado con estas herramientas, 39% empieza a explorarlas, 33% admite desconocer cómo se usan, 30% señala que la empresa no cuenta con presupuesto para implementarlas, mientras que un 27% considera que sus procesos actuales funcionan bien sin recurrir a la IA.
En cuanto a la percepción general de los reclutadores, 74% considera que la IA es útil para determinadas tareas, pero no puede sustituir el juicio humano en la selección de talento. La mitad coincide en que estas herramientas agilizan la preselección de candidatos y la hacen más eficiente, aunque también reconocen que requieren supervisión constante para evitar errores o sesgos (39%). Mientras que un 23% cree que pueden contribuir a reducir la discriminación en la evaluación de perfiles, un 18% advierte que la IA aún tiene limitaciones para evaluar habilidades blandas.
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El cargo Polanco: de lo snob a lo violento apareció primero en Mundo Ejecutivo.
