El Tren Maya y el paraíso perdido

El Tren Maya se encuentra muy lejos de alcanzar su objetivo a meses de su inauguración. El costo ha sido demasiado alto, no solo en lo que se refiere a lo económico, sino en el alto impacto ambiental que devastó todo a su paso.

Hace unos días la secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), Alicia Bárcena, reconoció que el Tren Maya opera con permisos pendientes que ya se encuentran en un proceso de regularización. En contraste la presidenta Claudia Sheinbaum, aseguró que el 95% de las medidas de mitigación ordenadas por SEMARNAT ya fueron satisfechas por los ingenieros militares. Entre ambas declaraciones se abre un mar de dudas por la propia semántica de las declaraciones, ¿a qué se refiere con “cumplimiento” la mandataria, cuando los daños ambientales han sido mas que documentados en campo?

Más allá de la retórica oficialista, informes independientes dan cuenta de la deforestación de miles de hectáreas de selva en la construcción de la obra y de la tala de millones de árboles, sobre todo en los tramos 5 y 6. Estudios sobre el sistema kárstico alertan que la construcción compromete cenotes, cavernas y ríos subterráneos, ecosistemas imposibles de restaurar una vez alterados. Además, la fragmentación del hábitat amenaza a especies en riesgo como el jaguar, mientras comunidades locales denuncian afectaciones culturales y económicas.

Greenpeace México, por ejemplo, ha advertido que las Manifestaciones de Impacto Ambiental (MIAs) del proyecto son incompletas  y que se inició la construcción sin contar con todos los permisos poniendo en riesgo la Selva Maya y los sistemas de agua subterránea. Por su parte, el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA) denunció la opacidad en el acceso a la información, pues una buena parte de la documentación, inexplicablemente, se mantiene reservada bajo la etiqueta de seguridad nacional. El colectivo Sélvame del Tren acusó al gobierno de deforestar sin permisos completos y ha llevado el caso hasta la comisión ambiental del T-MEC, cuestionando la falta de consulta adecuada con las comunidades indígenas.

Todas estas críticas convergen en un mismo punto: los informes oficiales minimizan los impactos y sobrevaloran la efectividad de las mitigaciones.

Aunque el gobierno presume reforestación y pasos de fauna, la evidencia científica indica que un bosque maduro no se remplaza con plantaciones recientes y que un acuífero contaminado es prácticamente irrecuperable. La pérdida de biodiversidad y los corredores ecológicos podría ser irreversibles si lo medimos en generaciones de seres humanos.

Mientras se ensalzan beneficios como la conectividad, empleos y turismo (hipotéticos todos mientras los daños ya son reales y medibles), la Auditoría Superior de la Federación ha señalado inconsistencias en las finanzas (su precio se elevó a 540 mil millones de pesos; 171% por encima de lo planeado).

Los costos ambientales y sociales, en cambio, rara vez se cuantifican con la misma seriedad ¿Podemos comparar la pérdida de cenotes milenarios o la desaparición de un corredor de jaguares con el precio de un boleto de tren?

El Tren Maya encarna la paradoja del desarrollo acelerado sin una planeación adecuada: un proyecto con aparentes beneficios plausibles, pero construído sobre fragilidades ambientales y sociales que a la larga terminan costando más de lo que se gana. Tristemente, el tren podría pasar a la historia no como la gran construcción que integró al sureste, sino como el proyecto que hipotecó sus ecosistemas a cambio de una ganancia política inmediata pero a un costo ambiental inconmensurable.

Combate a la extorsión avanza, aún falta confianza

Los avances de la reforma constitucional en materia de extorsión, aunado a los resultados obtenidos por la Estrategia Nacional contra la Extorsión, representan logros importantes para atacar directamente a este delito que tanto daña a la sociedad mexicana, sin embargo, aún falta tiempo para que se traduzca en confianza ciudadana.

Apenas el martes pasado en San Lázaro, las y los diputados declararon la constitucionalidad de la reforma en la materia, una vez que el Senado y 25 congresos estatales le dieron el visto bueno, por lo que ahora se turnará al Poder Ejecutivo para que sea publicada en el Diario Oficial de la Federación.

Lo importante del asunto radica en que la reforma al artículo 73 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos permitirá que el Congreso de la Unión tenga la facultad de emitir una ley general en la materia, la cual sería enviada por el gobierno federal al Poder Legislativo, que deberá aprobarla en un máximo de 180 días con el nuevo tipo penal y sus sanciones.

Eso se suma a que la Estrategia Nacional contra la Extorsión, instruida por la Presidenta Claudia Sheinbaum en junio pasado, ha rendido frutos que se reflejan en el incremento de 85 por ciento en el número de denuncias recibidas en el número telefónico 089, de las cuales, el 74 por ciento se trató de extorsiones no consumadas, es decir, que pudieron prevenirse gracias a la capacitación y la coordinación que se ha tenido.

Además, según lo referido por las autoridades federales, desde que se aplica este modelo, esa coordinación existente entre los integrantes del Gabinete de Seguridad y los gobiernos estatales, ha permitido la detención de 386 personas relacionadas con ese delito en 19 entidades de la República Mexicana.

No dudamos que el modelo aplicado funcione, ya que los datos están ahí para confirmarlo, el detalle está en poder revertir un factor que en temas de seguridad siempre incide determinantemente, que es la percepción, ya que por más logros que se informen, si la ciudadanía no percibe un cambio en su apreciación en materia de seguridad, sería tanto como no obtener resultados.

Nueva contralora de la CDMX

Este martes el Congreso capitalino designó a Nashieli Ramírez Hernández como nueva secretaria de la Contraloría General de la Ciudad de México, cargo que asume a unas semanas de concluir su periodo al frente de la Comisión de Derechos Humanos de la CDMX. Ramírez fue elegida por unanimidad de una terna propuesta por la jefa de Gobierno, lo cual es una buena referencia de la candidata sin filiación partidista, máxime si se trata de quien va a vigilar las cuentas de dependencias y alcaldías.

La ex titular de la CDHCDMX llega a la Contraloría luego de casi un año de tener como encargado de despacho a Guillermo Rocha Ramos, quien fuera director de administración en la Alcaldía Iztapalapa y efímero subsecretario de Finanzas, cargo al que se ve complicado que regrese, dado que Juan Pablo de Botton llegó con su equipo incluso después de que se fuera Rocha de contralor. Sin embargo, Guillermo Rocha recibirá premio por su lealtad y resistencia al frente de una de las dependencias más complicadas de la administración pública local.

Como ombudsperson capitalina, Nashieli Ramírez ganó reputación de profesional y firme, a la vez que conciliadora, lo que le permitió tener buena relación con Claudia Sheinbaum y Clara Brugada. Ese antecedente hace esperar una Contraloría revisora, más tendiente a buscar que se corrijan y solventen las fallas antes que sancionar,y así evitarse conflictos, lo cual todos agradecerán.

Ley de tiempos perfectos, el periodo de Ramírez al frente de la Contraloría concluye al mismo tiempo que el de la titular de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos en noviembre de 2029, a donde por fin podría llegar, luego de que se lo impidiera una señal de Palenque a favor de ratificar a Rosario Piedra Ibarra en noviembre de 2024.

Gamificación: el nuevo juego de las empresas

Durante años, la gestión de Recursos Humanos fue vista como una función operativa que incluía reclutar, capacitar y evaluar, sin embargo, en plena era digital, las empresas más visionarias han entendido que el verdadero valor no está en los procesos, sino en la experiencia del colaborador y en ese terreno, la gamificación ha dejado de ser una moda para convertirse en una estrategia clave de transformación.

Gamificar no significa “jugar en la oficina”, significa aplicar las mecánicas del juego, como retos, recompensas, progreso y reconocimiento, a los procesos laborales, con el objetivo de aumentar el compromiso, la motivación y la productividad del talento, en este sentido, Computrabajo, el sitio de empleo líder en Latinoamérica, nos dice que el 48% de las organizaciones reporta un incremento en el engagement de sus empleados al aplicar gamificación y el 83% de quienes reciben capacitación gamificada se sienten más motivados. La ciencia del comportamiento explica este fenómeno ya que el cerebro responde mejor al aprendizaje cuando existe un estímulo emocional positivo.

Más allá de los números, el impacto real de la gamificación se observa en la cultura organizacional. Las empresas que la adoptan construyen espacios donde los equipos aprenden haciendo, celebran los logros y se equivocan sin miedo, porque entienden que cada intento es parte del aprendizaje. Esa es la esencia de las organizaciones modernas: convertir el trabajo en un entorno donde las personas se sientan parte de algo más grande que su puesto.

En los próximos años, el 50% de las empresas en el mundo integrará la gamificación en su gestión del talento y no se trata de una tendencia pasajera, sino de un cambio profundo en la forma de entender la motivación humana. Al final, en los negocios, como en los juegos, gana quien logra mantener a su equipo comprometido, inspirado y listo para seguir jugando.

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