Javier Milei: la paradoja argentina
Hay triunfos que resultan inexplicables y el domingo fuimos testigos de uno de ellos. La Libertad Avanza en Argentina, el partido del presidente Javier Milei se alzó con una clara victoria en las elecciones legislativas llevándose una cifra cercana al 41% de los votos en un proceso en el que se renovó la mitad de la Cámara de Diputados y una tercera parte del Senado.
Inconcebible, porque se presenta tras una severa reforma fiscal que sin duda alguna impactará en las finanzas de todos los argentinos, y porque tuvo que recurrir a la ayuda del presidente Donald Trump para evitar una mayor devaluación del peso argentino.
Así, la terapia de shock parece haberle funcionado entre una ciudadanía ya harta de políticos populistas; pero el apoyo llega cargado de expectativas y riesgos. Desde su arribo al poder logró reducir la inflación mensual de niveles de 25% en diciembre de 2024 a cifras cercanas a 5% en septiembre de este año.
El déficit fiscal primario, que representaba el 2.9% del PIB, disminuyó a el 1.5% según estimaciones del Ministerio de Economía. La confianza de los mercados se reflejó en una caída del riesgo país de 2,400 a cerca de 1,700 puntos básicos. Un desempeño que, aunque frágil, le dio dio elementos al gobierno para enarbolar una narrativa de progreso.
Con esta nueva mayoría, Milei podrá avanzar sin grandes obstáculos en reformas que había postergado por no tener los votos suficientes en el Congreso: flexibilización laboral, privatización de empresas estatales deficitarias –como Aerolíneas Argentinas o YPF, la empresa energética argentina-. Paralelamente implementaría una segunda fase de ordenamiento fiscal que incluiría la reducción de subsidios energéticos y sociales.
Bajo este escenario, podría incrementarse la inversión extranjera directa hasta 12 mil millones de dólares anuales, desde los modestos 6 mil 500 que alcanzó en 2024, muy por debajo del promedio regional.
Del otro lado, de acuerdo a la Universidad Católica Argentina, la pobreza trepó del 41% al 46% en tan solo un año y la indigencia pasó del 9% al 11.5% debido a la pérdida del poder adquisitivo. El transporte y la electricidad se elevaron entre 120% y 300%, mientras que los salarios reales acumularon una caída de 20%. Signo inequívoco de que las reformas económicas no transitan sobre terreno neutro, sino en una sociedad polarizada y fatigada.
El riesgo político también está latente. Ciertamente Milei logro aumentar su presencia legislativa pero las calles siguen siendo el principal escenario de la oposición. En los últimos meses, organizaciones sindicales lograron hacer cuatro paros nacionales y más de 50 movilizaciones sectoriales. La falta de canales de comunicación podría terminar engendrando una crisis como la de 2001 que llevó a la renuncia de Fernando de la Rúa.
Milei se encuentra ante el gran desafío de pasar de la verborrea a la realidad, de demostrar que es capaz de contener la inflación mensual y generar un crecimiento superior a 2% del PIB. De mantener un equilibrio entre la ortodoxia económica y la contención social. Quería más poder, ya lo tiene, ahora el reto es ver si es capaz de gobernar, va contra reloj, aún le restan dos años antes de regresar a las urnas y enfrentar de nueva cuenta al electorado.
Sinaloa: violencia desbordada
Pese a operativos, detenciones y aseguramientos, la violencia en Sinaloa no disminuye. Por el contrario, en lugar de que los hechos sangrientos se reduzcan, el clima de inseguridad que se percibe cada vez es mayor, ya que los enfrentamientos entre la “Mayiza” y los “Chapitos” cada vez cobran más vidas.
De acuerdo con datos oficiales, del 20 al 26 de octubre, es decir, en menos de una semana se registraron 41 homicidios en la entidad, 11 de ellos el día 22, la gran mayoría ocurridos en Culiacán, ciudad que según la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) continúa siendo la de mayor percepción de inseguridad.
Además de los homicidios, en el estado han ocurrido otros hechos violentos, como secuestros y desapariciones, que se han incrementado en áreas donde los grupos rivales luchan por el control de territorios, mercados y rutas para el trasiego de droga.
Y aunque ha sido muy grande el despliegue de las fuerzas armadas en varias regiones del estado, pareciera que el esfuerzo institucional ha resultado insuficiente, por lo que sería importante enfocarse en reforzar otros rubros que permitan reducir la batalla a muerte que se desarrolla en Sinaloa.
Dos puntos fundamentales son el congelamiento de recursos económicos que posiblemente provengan del crimen organizado y el aseguramiento de armas que proceden de Estados Unidos, como el realizado en Laredo, Texas, donde un hombre y su hijo fueron detenidos con más de 400 armas de fuego, cuyo destino seguramente sería nuestro país.
Será de suma relevancia ver lo que puede hacer el gobierno federal en estos dos aspectos, que sin duda forman parte determinante de la operatividad del crimen organizado que ha dejado en México no sólo muertes, sino pérdidas millonarias, ya que tan solo en 2024, según el Índice de Paz México, el impacto económico de la violencia fue de 4.5 billones de pesos.
76% del agua en México es para riego
En un contexto de crecimiento poblacional dispar y uso de suelo muchas veces desordenado; cambio climático, con sequías y fuertes lluvias; sobreexplotación de acuíferos y crecientes tensiones entre los usos urbanos, agrícolas e industriales, el agua es un desafío nacional de primer orden, sea por su escasez o por su exceso.
Para hablar de la historia y el futuro del agua en nuestro país, estuvo en el Colegio de Ingenieros Civiles de México, Luis Francisco Robledo Cabello, Premio Nacional de Ingeniería Civil 2019, ex subsecretario de Infraestructura Hidráulica en la desaparecida Secretaría de Recursos Hidráulicos, y quien dirigió la planeación, proyecto y construcción del Sistema Cutzamala.
El también coordinador del Comité de Infraestructura del CICM señaló que, actualmente, el riego utiliza el 76 por ciento del agua superficial y subterránea del país, 14 por ciento se destina a las ciudades y el 10 por ciento a la industria autoabastecida, es decir, fuera de las ciudades.
Para hacer un uso eficiente del agua de riego, Robledo Cabello propuso revestir los canales para reducir filtraciones y la tecnificación del riego por aspersión y goteo. Y para aterrizar la propuesta, dijo que el Colegio de Ingenieros Civiles de México estima que, de los 3 millones de hectáreas de distritos de riego, se pueden tecnificar un millón, contando con los cálculos de costos de tecnificación de entre 150 mil y 300 mil pesos por hectárea.
En prospectiva y con datos oficiales, Luis Robledo que en 2050 México contará con 20 millones de habitantes más, con una concentración demográfica en el norte y centro del país, donde más se carece del agua. Es por ello que recomendó, además de la tecnificación de hectáreas de riego, controlar el clandestinaje de los pozos; atender fugas; que cada ciudad y municipio busque cuáles serán sus fuentes de abastecimiento, incluidas opciones como desalación, potabilizar agua residuales diluida en agua de lluvias en época de lluvias; construir nuevas presas de almacenamiento; ampliar y hacer eficiente el cobro el derecho de uso de agua, incluida una sectorización y tarificación regionalizada que limite el suministro de agua según la capacidad económica y el consumo responsable de cada zona; analizarse la ubicación industrial acorde a la disponibilidad del líquido, de manera coordinada entre municipio, estado y federación.
Por último, y no menos importante, Robledo propuso crear un Plan Nacional de Infraestructura Hídrica de largo plazo para evitar improvisaciones de obras y conflictos.
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