La protesta que generó más división
La marcha realizada el pasado 15 de noviembre del Ángel de la Independencia al Zócalo capitalino, convocada por el llamado colectivo “Generación Z México”, más que darle legitimidad a un movimiento, fue aprovechada por grupos violentos y actores políticos para generar mayor polarización.
Lejos de tratarse de una movilización pacífica, como se esperaba, grupos radicales hicieron de las suyas para generar confrontación con policías, quienes en esta ocasión no se aguantaron las ganas y arremetieron contra manifestantes lo que generó personas lesionadas, tanto uniformadas como civiles.
El saldo final fue de una centena de policías lesionados, de los cuales hasta ayer martes solo cinco permanecían hospitalizados, ninguno de gravedad, además de 20 civiles atendidos en el sitio, así como 19 personas detenidas que fueron presentadas ante la autoridad judicial por diversos delitos como tentativa de homicidio, resistencia de particulares, robo y lesiones en distintos grados.
En el recuento de los daños, mientras algunos ven un reclamo genuino que se manifestó como parte de un hartazgo social, otros ven infiltrados que ni siquiera forman parte del grupo original convocante, como personas mayores, políticos y desde luego grupos de choque que desvirtuaron por completo el sentido original de la movilización.
En la escena política, mientras el oficialismo descalificó la movilización, la oposición buscó darle legitimidad, sin embargo, lo único que quedó de manifiesto es que cada vez existe una mayor radicalidad entre el actual régimen y quienes buscan regresar a él, en una batalla en la que el país no obtiene ningún beneficio.
Acapulco 2025: el gigante minero atrapado entre dudas
Con grandes retos por delante y perspectivas inciertas arranca formalmente este miércoles la XXXVI Convención Internacional de Minería Acapulco 2025. El encuentro llega en un momento incómodo para el gobierno de la Cuarta Transformación: el sector que durante décadas fue el motor económico y ancla de cientos de municipios hoy avanza dificultosamente.
Por más que desde Palacio Nacional se insista en que la minería debe “modernizarse” bajo nuevos principios ambientales y sociales, lo cierto es que las decisiones en materia regulatoria han creado un marco de desconfianza e incertidumbre que no hay retórica que pueda ocultar.
La grandilocuente reforma minera de 2023, lejos de traer la tan ansiada tranquilidad al sector, vino acompañada de un caudal de dudas. El discurso oficial que prometió un cambio histórico: concesiones reducidas de 50 a 30 años, vigilancia estricta del agua, mayor participación comunitaria y la nacionalización del litio para impulsar la soberanía energética; trajo consigo el estancamiento, el endurecimiento regulatorio, la discrecionalidad en permisos y la falta de nuevas concesiones lo que provocó una caída en la exploración de más de 40% en los últimos cinco años. Sin exploración no hay forma de encontrar nuevos yacimientos y sin estos no hay futuro para una industria que aporta más del 2.5% del PIB nacional y genera más de 400 mil empleos directos.
México sigue siendo una potencia en producción –primer lugar mundial en plata, octavo en oro y noveno en cobre-, pero mientras que Canadá, Chile y Perú fortalecen sus marcos regulatorios para atraer inversión en metales críticos, México envía señales confusas y se mueve en un loop político de sospecha permanente, lo que nos va arrastrando a una pérdida de competitividad.
La desaparición del Fondo Minero como fuente de ingresos para los municipios que viven de la extracción de minerales fue un golpe más. El gobierno federal argumentó corrupción, presupuestos inflados en obras y falta de transparencia, y no estaba lejos de la realidad, pero el Fondo necesitaba vigilancia no extinción.
Entre 2014 y 2018 el Fondo Minero distribuyó en las localidades más de 18 mil millones de pesos que fueron utilizados para pavimentación, alumbrado, agua potable, caminos y escuelas. Con su eliminación, cientos de municipios mineros perdieron hasta 30% de su presupuesto de inversión anual, lo que los colocó bajo la tutela de los programas federales que no siempre llegan ni responden a sus necesidades inmediatas.
En el fondo subyace una diferencia ideológica. La 4T insiste en que la minería es un símbolo del “neoliberalismo depredador”. El problema es que se suprimió a rajatabla un modelo funcional, sin tener otro alternativo lo que desincentivó la inversión. Qué mejor muestra que LitioMX una empresa del Estado que no tiene fecha para empezar a producir.
A partir de hoy se reúne la industria en Acapulco. Si nuestro país aspira a aprovechar la demanda global de minerales esenciales –cobre, grafito, litio- necesita reglas claras, certidumbre jurídica y una relación madura entre el Estado y la industria, mientras eso no ocurra la soberanía energética seguirá siendo un eslogan.
Y fueron los slots, no el AIFA
Finalmente, lo negociado fueron los slots. Este lunes, la presidenta Claudia Sheinbaum anunció que en las negociaciones con el Departamento de Transporte de Estados Unidos (DoT), se llegaron a acuerdos para devolver slots (los horarios de despegue y aterrizaje) a aerolíneas estadounidenses en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), cedidos por las aerolíneas nacionales “en un marco de competitividad”.
Como antecedente, a fines de octubre, el DoT revocó las autorizaciones de rutas aéreas desde el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) a aquel país, y suspendió las pendientes de nuevas rutas desde el AIFA y el AICM hacia destinos estadounidenses. Asimismo, prohibió provisionalmente el servicio de transporte de carga en vuelos combinados con pasajeros desde el AICM.
Contrario a la opinión prevaleciente de que el problema principal había sido llevar la carga al AIFA, en este espacio se comentó que ese no era tema, pues en su momento todas las cargueras aceptaron sin quejas trasladar sus operaciones al aeropuerto de Zumpango, y sería más complicado regresarlos al AICM. Lo que realmente buscaban con la presión era negociar para sacar ventajas a favor de las líneas estadounidenses, considerando que cada vez menos pasajeros están viajando a Estados Unidos, viene la temporada alta de diciembre y, no menos importante, se espera un alto número de viajeros el próximo año entre los países organizadores del Mundial de Fútbol. Es ahí donde las aerolíneas del vecino país buscan llevarse la mayor tajada.
De ahí que en la mesa se pusieran los slots. El número disminuyó en el AICM desde 2022 como parte de las medidas para presionar al uso del AIFA, aunque la que realmente funcionó fue el traslado de las operaciones de carga, sin embargo, no se volvieron a incrementar en el AICM.
Ahora se habla de que las aerolíneas nacionales cederán slots. Habrá que ver si se trata de los asignados pero realmente no ocupados, si habrá un incremento de slots sin merma para las líneas aéreas, o ambas medidas. El tema de carga sigue en negociaciones, aunque ahí no hay urgencia alguna.
Tarjetas en expansión: el reto ya no es crecer, sino cobrar mejor
El mercado de tarjetas en México vive un momento de expansión que, lejos de ser casual, responde a un ecosistema financiero que busca nuevas oportunidades en medio de un entorno desafiante. La realidad es que una parte significativa del financiamiento actual se destina a cubrir necesidades básicas como renta, salud y servicios, factores que incrementan la probabilidad de incumplimiento. Préstamos personales, créditos de nómina y tarjetas de crédito encabezan la lista de los productos más expuestos. En este contexto, administrar una cartera ya no consiste solo en reaccionar ante el atraso, sino en anticiparlo.
Círculo de Crédito, Sociedad de Información Crediticia, ha impulsado soluciones que permiten a los otorgantes mirar más allá de su propia cartera y entender al cliente como parte de un ecosistema más amplio. La herramienta Monitorea es un ejemplo de cómo la información integrada puede traducirse en decisiones más inteligentes.
Con una base de datos construida durante las dos décadas de existencia del buró, esta solución facilita identificar oportunidades de venta cruzada -como los miles de clientes con préstamos personales pero sin tarjeta de crédito-, y activar estrategias de prevención, al detectar a quienes están al corriente con una institución, pero muestran atrasos con otros otorgantes. La capacidad de anticipación es clave pues resulta mucho más efectivo intervenir antes del impago que gestionar la recuperación después de que ocurre.
Una administración de cartera verdaderamente proactiva debe combinar análisis, cercanía con el cliente y una ejecución responsable. Evaluar la capacidad de endeudamiento, considerar el costo total del crédito, ofrecer planes flexibles y promover la educación financiera son prácticas que no sólo fortalecen a las instituciones; también construyen un ecosistema más sano para los usuarios. El índice de morosidad de 3.10% registrado en la banca múltiple al cierre de 2024 deja claro que aún hay espacio para mejorar, y que las herramientas analíticas pueden marcar la diferencia entre un crecimiento acelerado y un crecimiento sostenible.
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