La guerra de las narrativas detrás de la Ley de Aguas
El conflicto entre los campesinos y el gobierno federal por la Ley Nacional de Aguas ha derivado en algo más profundo que una disputa técnica: se volvió una guerra de narrativas por el sentido de los “justo” y lo “legítimo”.
Durante la conferencia matutina, el director general de Conagua, Efraín Morales López, insistió en que hay campañas de desinformación financiadas por “quienes durante muchos años, al amparo del poder político y al amparo del poder económico, han acaparado grandes cantidades de este líquido”. Y sí, hay desigualdades históricas en el acceso al agua. Pero también hay una narrativa oficial que, al generalizar, termina descalificando a quienes precisamente dice defender.
Es cierto que el agua esta distribuida de forma profundamente desigual. De acuerdo con la Conagua, de los volúmenes concesionados, arriba del 70% se dirige a la agricultura, un sector en el que conviven dos mundos: uno de grandes agroindustrias que operan bajo esquemas de alta eficiencia, y otro compuesto por miles de pequeños productores que dependen del temporal, del pozo comunitario o de un sistema de riego que se cae a pedazos.
El Gobierno no miente cuando habla de desigualdades históricas. Están ahí y son medibles y documentadas. Sin embargo, sugerir que la protesta actual proviene de quienes buscan mantener “privilegios” es una generalización peligrosa. Porque quienes hoy bloquean las carreteras en distintos estados del país son, en su inmensa mayoría, pequeños y medianos productores, ejidatarios, agricultores que viven con márgenes estrechos y que no ven en la ley un acto de justicia hídrica, sino una posible amenaza: la incertidumbre de no saber si conservarán el acceso al agua con la que han vivido durante generaciones.
Pero siendo justos, el descontento no se originó en la ley. Los productores arrastran meses de conflictos: inseguridad en carreteras, robos constantes a transportistas, precios del maíz por debajo del costo de producción, muy lejos de los siete mil 200 pesos por tonelada que pidieron como precio de garantía; adeudos con trigueros y productores de ciclos anteriores, que siguen esperando pagos; y la desaparición de instituciones como la Financiera Nacional de Desarrollo Agropecuario, Rural, Forestal y Pesquero (FND), que dejaron un vacío que nadie ha llenado.
Por eso la narrativa oficial resulta insuficiente. El Gobierno presenta la reforma como una especie de acto moral, un correctivo trascendental. En su lógica, quien se opone es porque teme perder lo que no le corresponde. Pero esa construcción discursiva, repetida a diario, sirve más para aislar políticamente a los inconformes que para explicar el conflicto real. Se moraliza la reforma, se descalifica la protesta, se homogeniza a los actores y se fabrica un relato donde solo hay dos bandos: la transformación y sus adversarios.
La realidad es que la disputa por la Ley de Aguas no es un asunto jurídico; es la expresión de un país que no ha resuelto su relación con el campo ni con sus recursos naturales. Es el síntoma de una ruralidad que siente que pierde terreno frente a intereses urbanos, industriales o políticos. Ambos tienen una parte de verdad.
Lo trágico está en que sin agua no hay alimentos, pero sin certidumbre tampoco hay quienes quieran producirlos lo que nos aparta del objetivo fundamental de alcanzar la soberanía alimentaria.
La docuserie de Miss Universo y México
Algún día, la historia de Miss Universo 2025 será tema de una docuserie de alguna plataforma de streaming, lo único que falta es ver en dónde termina el drama que estamos viendo hoy. En menos de diez días, se ha pasado de una mujer que exige respeto y desafía al principal organizador del evento en Tailandia, a un concurso con señalamientos de corrupción de jueces y concursantes; negocios entre el propietario del certamen, Pemex y el padre de la ganadora y, ahora, con un dueño de la franquicia imputado de delincuencia organizada por narcotráfico, tráfico de armas y de hidrocarburos.
Porque resulta que Raúl Rocha Cantú -de acuerdo a la exclusiva de Reforma-, se ha acercado a la Fiscalía General de la República, no para entregar pruebas de descargo para demostrar su inocencia, sino para solicitar un criterio de oportunidad, es decir, dar información, en este caso a cambio de reducción de pena, tal vez retrasar la solicitud de orden de aprehensión en su contra, pues ya no podría evitarse investigación ni el proceso, de acuerdo a la Ley Federal contra la Delincuencia Organizada.
La noticia es lo último que faltaba, en un contexto donde Donald Trump acusa reiteradamente que los cárteles de la droga controlan México y ahora tiene un ejemplo más para sus afirmaciones con el caso inesperado de Miss Universo, concurso del que el presidente estadounidense fue copropietario por casi 10 años.
Desafortunadamente, el triunfo de Fátima Bosch como Miss Universo duró menos por mérito y celebración nacional, que por el escándalo sin precedentes en una competencia que siempre ha generado polémica, sea por criterios de belleza, nacionalismo o por los mismos intereses creados en torno al negocio.
Siempre sorora, la presidenta Claudia Sheinbaum ha pedido no restarle méritos a la tabasqueña y dicho que las acusaciones a Rocha Cantú son ajenas al logro de Bosch. Sin duda tiene razón la mandataria, pero a estas alturas el escándalo ha escalado más allá de la persona y como un parteaguas para Miss Universo que puede dar al traste con la organización. Para México se trata de un daño reputacional al país, repitiéndose el estereotipo de corrupción y, ahora, hasta de narco, con consecuencias que todavía están por verse en el negocio del concurso y en la política.
¿Quién se anima a ser Miss México 2026?
Horarios de la liguilla 2025: ¿seguridad o negocio?
Tremenda ha sido la controversia generada por el horario designado a los partidos de vuelta de Cuartos de Final del Torneo de Apertura del Futbol Mexicano, ya que como siempre ocurre en este país, la “opinología” está a la orden del día con comentarios que van desde los ataques a los directivos de la Liga MX, hasta críticas a algunos de los equipos participantes.
Resulta que para el sábado 29 se programaron tres juegos. El primero de ellos, que enfrentará a América y Monterrey a las 17 horas en el estadio de la Ciudad de los Deportes, de la capital del país; el segundo, entre Toluca y FC Juárez a las 19 horas en La Bombonera, en el Estado de México; y el tercero, entre Tigres y Tijuana a las 21 horas en el Estadio Universitario de Monterrey. El cuarto será el domingo, entre Cruz Azul y Guadalajara a las 19 horas en Ciudad Universitaria de la CDMX.
El argumento que esgrimió la Liga MX señala que a petición expresa de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México, con el propósito de garantizar un ambiente seguro, la dependencia solicitó no realizar dos juegos el mismo día, por lo que se determinó una programación extraordinaria de tres partidos en sábado y uno en domingo, además de que, como indica el reglamento, los clubes eligen sus días y horarios conforme a su posición en la tabla general.
La medida, de inmediato generó ámpula entre comunicadores, reporteros, analistas y cibernautas, muchos de ellos que, sin conocer del tema de la seguridad, han asegurado que es una determinación que beneficia a algunos clubes y que pondera intereses particulares y no de grupo, algo que para quienes no se dedican al rubro policial, habría que explicarles cómo funciona el asunto.
Para cada partido realizado en la Ciudad de México, se genera una orden de operaciones, la cual establece el número de agentes, vehículos, sectores, agrupamientos, caballos, paramédicos, ambulancias, control de tránsito, asuntos internos, inteligencia y helicópteros, que se requieren para el despliegue policial, además de que son clasificados como de bajo, mediano y alto riesgo.
En promedio, para un partido de finales como a los que hacemos alusión, dos de ellos en la CDMX considerados de alto riesgo, se requiere entre dos y tres mil policías por cada uno, es decir que, si se presentaran en un mismo día dos juegos se requerirían cerca de seis mil elementos, cuando hablamos de que el estado de fuerza diario de la Policía de la Ciudad de México, es de cerca de 10 mil elementos, lo que representaría distraer al 60 por ciento de los uniformados disponibles únicamente para dos partidos, una verdadera locura.
Sin embargo, como siempre ocurre en nuestro país, sobre todo en el futbol, las “teorías conspiracionales” nunca tardan en salir a relucir y hasta este momento se han manejado cualquier tipo de versiones, que nada tienen que ver con la realidad, que se refiere a un mero tema operativo, no de negocio. Bendita costumbre que tenemos en México de opinar sin tener conocimiento del tema.
Navidad en Six Flags: El arranque de un año clave
La temporada decembrina está por iniciar y con ella llega “Christmas in the Park” uno de los eventos más esperados en Six Flags México. Tras despedir el éxito del “Festival del Terror”, el parque inicia su transformación navideña: miles de luces, nieve artificial, shows, desfiles temáticos y espacios diseñados para fotografías llenarán cada rincón.
La edición 2025 comenzará el 27 de noviembre y se extenderá hasta el 18 de enero de 2026, convirtiendo el parque en un escenario completamente festivo durante casi dos meses.
El arranque de “Christmas in the Park” llega con el impulso de dos temporadas récord: Spring Celebration y el Festival del Terror, que este año superaron expectativas de asistencia y fortalecieron el desempeño financiero del parque. Con una estrategia de diversificación de temporadas, Six Flags ha logrado atraer nuevos públicos y consolidar sus festivales como ejes clave de crecimiento. Ahora toda la atención se centra en el festival navideño.
De cara al 2026, el parque también ve una oportunidad estratégica: más de 5.5 millones de visitantes llegarán a México por el mundial de fútbol, lo que podría convertir a Six Flags México en un punto clave de entretenimiento para turistas y aficionados. Con “Christmas in the Park” como el inicio de esta nueva etapa, el parque apuesta por cerrar el año con fuerza y posicionarse como uno de los destinos familiares más atractivos de América Latina.
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