La batalla por el agua: ordenar sin transformar

Tras una semana de bloqueos carreteros interminables, presiones políticas y negociaciones de último minuto entre legisladores, campesinos y funcionarios federales, esta semana llegará a comisiones el texto modificado de la nueva Ley General de Aguas.

La reforma es indispensable dado el acaparamiento que existe y la necesidad de poner orden en un sistema de concesiones viciado desde hace décadas. Sin embargo, detrás de la narrativa oficial subyace un conflicto más profundo: quién controla el recurso más estratégico del país y bajo qué reglas.

Planteada de una manera un tanto tosca, la iniciativa despertó desde el inicio alarma en el campo por una razón muy sencilla: eliminaba o limitaba la transmisión de derechos de agua entre particulares y complicaba la herencia de títulos dentro de las familias de agricultores. Para un pequeño productor, cuya tierra vale porque tiene agua, la propuesta sonaba más a un despojo que a una modernización.

No es casual que los mayores bloqueos ocurrieran en Chihuahua, Sonora y Baja California, donde el agua determina la supervivencia económica.

Más del 70% de agua concesionada en México se utiliza para la agricultura, de esta cifra, más de la mitad se encuentra en manos de los grandes usuarios (10%), los acuíferos presentan sobreexplotación. La necesidad de regular y ordenar era innegable. La falla estuvo en intentar hacerlo sin escuchar las voces de quienes dependen de este líquido para vivir.

Trascendió que los ajustes se aproximan al medio centenar y corrigen en buena medida los desaciertos iniciales. La propuesta, ahora, es que se garantice la herencia y transmisión familiar de concesiones; se ajusten las disposiciones que podían criminalizar a los pequeños usuarios; y se refuerza el lenguaje sobre el derecho humano al agua y la equidad.

Pese a las modificaciones, organizaciones de la sociedad civil que llevan mucho tiempo analizando el tema se siguen mostrando en desacuerdo con muchos de los puntos, “Agua para Todos, Agua para la Vida”, advierte que los ajustes no tocan el corazón del problema: la ley sigue operando bajo el mismo modelo de concesiones heredado desde los años noventa que ha propiciado acaparamiento en regiones industriales y agrícolas.

La ONG Fundar insiste en la falta de mecanismos de rendición de cuentas que permitan vigilar como se asignan, renuevan o revocan concesiones. La Red TDT, con más de 80 organizaciones , alerta que la ley carece de garantías efectivas para los pueblos indígenas y que el proceso no cumplió con los estándares de consulta.

En general, lo ven como una ley que busca ordenar pero no transformar. Y que al no modificar la estructura de poder alrededor del agua, se encuentra en riesgo de reproducir desigualdades históricas.

Se viene una semana compleja. El oficialismo tiene los votos para aprobar la reforma en el pleno, pero no para cambiar la voluntad de quienes dependen del agua para producir los alimentos que llevamos a nuestra mesa. Ya no es suficiente con administrar el recurso hídrico, se necesita equidad, sostenibilidad y una visión de futuro, una cualidad muy rara en estos tiempos.

Todos los caminos llevan a Ernestina

La precipitada salida de Alejandro Gertz Manero de la Fiscalía General de la República nos puso, en un par de días, en la antesala de lo que todo parece indicar que será un cambio de rumbo por demás trascendental para la institución de procuración de justicia.

La única pieza que faltaba al rompecabezas que arma el Gabinete de Seguridad federal era la propia FGR, que aunque de cuando en cuando su titular asomaba la cabeza en las conferencias mañaneras y presentaciones de seguridad, jamás logró el click que se pretendía originalmente.

El celo con que Gertz Manero siempre ha visto a Omar García Harfuch era uno de los impedimentos para que la coordinación total se lograra. A ello habría que sumar que el ex fiscal general siempre quiso hacer valer su “autonomía”, que más bien abonaba a que sus decisiones tuvieran solamente un sello individual y no buscaran el bien colectivo.

Cuando la presidenta Claudia Sheinbaum mencionaba en la Mañanera del Pueblo que se requiere más coordinación entre la FGR y las fiscalías lo decía en alusión directa a la gestión de Gertz Manero, que nunca privilegió el tema de la coordinación ni con dependencias federales ni mucho menos estatales debido a que la institución a su cargo prácticamente entró en una especie de aislamiento, sobre todo en el sexenio de Andrés Manuel López Obrador.

Basta y sobra recordar que luego de ser encargado de despacho, al ser designado como fiscal general, en automático dejó de asistir a las reuniones de gabinete con lo que hizo muy evidente su intención de poner tierra de por medio. Ahora, prácticamente obligado por la invitación de la presidenta Sheinbaum, debió involucrarse con el gabinete de seguridad, pero de manera muy forzada.

Ese será el punto determinante para que Ernestina Godoy sea elegida como la nueva titular de la Fiscalía General de la República, ya que como fiscal capitalina logró el respeto de las demás fiscalías, además de una coordinación sin precedentes en la Ciudad de México.

Kallify: la nueva apuesta en seguridad inmobiliaria

La compraventa de vivienda en México esta dando un giro decisivo con el lanzamiento de Kallify, la primera plataforma digital diseñada para ofrecer seguridad jurídica real antes de firmar un contrato. En un mercado en donde cada año se pierden más de 600 millones de pesos por fraude inmobiliario, la apuesta no es menor; ordenar un proceso históricamente opaco, lento, lleno de riesgos mediante un dictamen jurídico emitido directamente por un notario y accesible con unos cuantos clics.

La propuesta de esta Proptech-Legaltech mexicana es sencilla pero disruptiva: cualquier comprador o vendedor puede verificar el estatus jurídico o registral de un inmueble, elegir al notario con quien quiere trabajar y recibir una dictaminación jurídica formal sin intermediarios ni procesos inciertos.

Con esta herramienta Kallify busca reducir la vulnerabilidad que enfrentan miles de familias al adquirir patrimonio, y devolver la confianza  a un sector en donde la información fragmentada y la falta de transparencia han abierto la puerta a innumerables estafas.

Si la plataforma logra escalar su red de notarios –hoy presente en CDMX, Edomex, Querétaro, Hidalgo y Nuevo León–, y consolidar una experiencia verdaderamente accesible, podría convertirse en un parteaguas para el mercado inmobiliario mexicano

Ingeniería civil en línea y en tres años

Contratar para una obra a un ingeniero civil que obtuvo su título luego de estudiar en línea tres años, suena tan riesgoso como atenderse con un médico que aprendió su profesión por tutoriales. Sin embargo, ambas opciones ya existen en México. En la actualidad, como nunca antes, hay el conocimiento e información disponible en internet que permiten estudiar y profundizar profesiones, especialidades y oficios. Asimismo, hay actividades que comienzan a ser desplazadas por las nuevas tecnologías.

En el caso de la ingeniería, a diferencia de las generaciones anteriores, las actuales salen más preparadas, cuentan con mayor cantidad de conocimientos y de acceso a la información, pero también se ha creado un entorno laboral y global complejo por todos los cambios tecnológicos que hay actualmente y que se van a acelerar en los siguientes años, particularmente a raíz de que las diferentes ramas de la ciencia e ingeniería empezaron a desarrollar sus propios servicios, productos y herramientas a través de la tecnología, y no solo eso, se espera que en una década, la Inteligencia Artificial (IA) pueda crear nueva tecnología de construcción, gestionar y automatizar construcción de obras.

Agustín Breña Naranjo, coordinador de Hidráulica en el Instituto de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) abordó el tema del desarrollo profesional de los nuevos ingenieros en el Colegio de Ingenieros Civiles de México, dando ejemplos de los nuevos alcances de la ingeniería civil con los actuales avances tecnológicos que permiten nuevas herramientas y servicios para la disciplina, como ecosistemas de innovación en sectores como construcción, hídrico y de energía.

En cuanto a la Inteligencia Artificial (IA) en la ingeniería, el académico dijo que hoy en día puede atender trabajo repetitivo, organización, análisis financiero y programar software para hacer tareas específicas. En cinco años, adelantó Breña, la IA servirá de asistente de proyectos 24/7, realizará tareas especializadas y redacción de propuestas técnico-económicas y presentación de resultados. Y en 10 años, la IA podrá crear nueva tecnología, gestionar organizaciones, automatizar construcción de obras y elaborar propuestas de leyes y regulaciones, pronosticó el especialista.

Estos avances tecnológicos, reflexionó el ingeniero hidráulico, permitirán una mayor eficiencia y costos más accesibles para los ingenieros; crear nuevas soluciones basadas en la tecnología; la innovación tecnológica verde será más atractiva para las nuevas generaciones, y la creatividad y pensamiento crítico serán claves para no ser reemplazados por la Inteligencia Artificial.

En sus comentarios a la ponencia, Carlos Alfonso Herrera Anda, vicepresidente de Desarrollo Académico y Fomento a la Innovación del Colegio, y también director de la Facultad de Ingeniería en la Universidad La Salle, exhortó a que el Colegio de Ingenieros Civiles de México conecte generaciones mediante mentorías y educación continua, impulsando incluso la certificación obligatoria para garantizar la calidad profesional, ante la diversidad de instituciones y modelos educativos que hoy ofrecen carreras aceleradas y de dudosa calidad… como la ingeniería en línea en tres años.

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