Sheinbaum: entre cifras y realidades

El primer informe de gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum llegó envuelto en papel de celofán: reducción de homicidios; extensión de programas sociales; estabilidad macroeconómica y 19 reformas constitucionales calificadas como históricas encabezadas por la judicial, además de 40 nuevas leyes.

Una narrativa que nos pinta un México que avanza hacia una mayor equidad y seguridad. Un país que, sin embargo, más allá de las cifras “alegres”, enfrenta serias tensiones estructurales que muestran un panorama menos uniforme, sí con muchas oportunidades pero que no se van a solucionar con discursos.

Como era de suponerse, la presidenta puso particular énfasis en uno de los temas más sensibles: la seguridad. Presumió una baja en los homicidios, la más significativa en una década. Si bien resulta claro que los números muestran una tendencia alentadora, la percepción social no se ha transformado. Más de la mitad de la ciudadanía sigue sintiéndose insegura en sus hogares y no es que la presidenta carezca de credibilidad, lo que se ve reflejado su popularidad, es la confianza en las instituciones de justicia lo que no acaba de cuajar, ahí el nuevo Poder Judicial, tendrá mucho que hacer para regresar la certeza a la población.

Ese es otro desafío que habrá de enfrentar la jefa del Ejecutivo quien presentó la reforma al Poder Judicial como un gran estandarte político que “democratizará” la justicia. La pregunta incómoda no se ha logrado disipar: ¿cómo evitar que el poder político se adueñe de un poder que naturalmente tendría que ser su contrapeso? La oportunidad de renovar a ministros, magistrado y jueces podría darle un nuevo rostro al país, pero el costo de fallar podría resultar devastador.

En materia impositiva, la presidenta destacó la disciplina fiscal, sin necesidad de una reforma en lo inmediato, inflación contenida y una inversión extranjera récord, del otro lado la economía apenas crecerá poco más del 1 %, mientras la inversión nacional se muestra reservada y el empleo formal no acaba de despegar. El nearshoring se mantiene como una promesa, pero el tiempo corre, y el país no parece contar con una infraestructura confiable para las empresas. México, más que estable, tiene que mostrarse dinámico si no quiere ver pasar la oportunidad.

Los programas sociales siguen siendo el éxito de la casa, su consolidación a nivel constitucional garantiza un blindaje político y legal. Hablamos de que ocho de cada diez hogares son beneficiarios de algún apoyo, una cobertura que también entraña riesgos, porque si las políticas sociales no se acompañan con generación de riqueza, se convierte en una almohada que no cambia las estructuras de desigualdad. El reto está en vincular transferencias con movilidad social real sobre todo en educación y empleo.

México busca diversificarse, pero resulta difícil cuando es altamente dependiente de las importaciones estadounidenses ahora ligadas al combate al narcotráfico y a la migración. La narrativa oficial resalta la resiliencia y la soberanía, sin embargo, los embates son avasalladores y podrían agravarse el próximo año con la renovación del congreso estadounidense si mantienen su dominio los republicanos.

Una foto optimista para un primer año de gobierno. Lo que está en juego es que esa foto logre cobrar vida de aquí a que termine el sexenio. No está fácil, pero si no se desvía del camino, Sheinbaum cuenta con las credenciales para lograrlo.

La aprobación de Sheinbaum

Con una aprobación superior al 70 por ciento llega la presidenta Claudia Sheinbaum a su primer informe de gobierno. La encuesta de W Radio-Enkoll-El País le da 79 %; la de El Financiero 74%; Mitofsky (El Economista), 71.4 %; y 75% Parametría. En todos los casos con niveles de aprobación superiores a los de Andrés Manuel López Obrador, no se diga Peña Nieto, Felipe Calderón y Vicente Fox.

Los estudios de opinión coinciden en una causa principal de estos resultados: los programas sociales. Poco probable que Sheinbaum diera marcha atrás a alguna de las herencias y hasta desaciertos de su antecesor, impensable que fuera a retirar alguno de los apoyos sociales, por el contrario, la decisión fue ampliarlos desde el inicio de la administración, lo cual sin duda contribuye a incrementar el respaldo a la presidenta.

Otro aspecto a considerar es la economía. Si bien no es un rubro que destaque como principal logro, tampoco aparece como la principal preocupación junto con la inseguridad, como suele ocurrir y eso, hay que reconocerlo, no es nuevo. Advertencias de fugas de capitales, devaluaciones, bajas de parte de calificadoras, atribuidas a todo lo que signifique la 4T, empezando por la reforma judicial y, como factor externo, la presidencia de Trump, con sus aranceles y su política antimigrante, que ha impactado en las remesas. Lo cierto es que la economía no es vista como un problema, hubo alza en el salario mínimo como nunca antes, y hasta prevalece el optimismo de que irá mejor.

La principal preocupación, como se mencionó previamente, es la inseguridad. Por su complejidad, es difícil conciliar las condiciones de seguridad con la percepción de la misma. Inseguro se siente quien viaja en una combi en el Estado de México con riesgo de un asalto, como un transeúnte en Culiacán con riesgo de encontrarse en una balacera, o una persona que puede desaparecer en Jalisco. La gravedad del delito es diferente, pero la percepción de cada individuo va acorde a su experiencia y a lo ve en su entorno -tanto cercano como a través de medios y redes sociales-, no a comparar su sentimiento o situación con el de otros.

Paradójicamente, en momentos en que se ven más y constantes acciones contra las organizaciones criminales, la percepción puede ser que hay mayor inseguridad, aunque en realidad se le está combatiendo. El incremento o baja de la violencia -tanto legítima como criminal-, que se registre, será determinante para la percepción de inseguridad de la población. Por lo pronto, ésta no incide en contra de la presidenta.

Por último, no menos importante y que seguramente incide en la opinión favorable con que cuenta, Sheinbaum no descalifica a los adversarios como López Obrador, quien arremetía por igual contra partidos, la UNAM, vecinos de la colonia del Valle, profesionistas, periodistas, medios. La presidenta no lo hace con todos y, con quienes lo hace, no es con la misma intensidad y encono que el tabasqueño. No es la misma polarización y, probablemente, en eso haya ganado puntos la doctora.

Maratón CDMX: una carrera de fondo, sin tantos fondos

A propósito de las declaraciones del atleta paralímpico Marco Caballero, quien denunció discriminación en la organización de la Maratón de la Ciudad de México al señalar que el ganador de la categoría principal obtiene 50 mil dólares mientras el vencedor de la versión con discapacidad motriz gana 61 mil pesos, queda al descubierto nuevamente la falta de mejores premios económicos en la justa.

Si bien es cierto que la competencia capitalina cuenta con una certificación de la Federación Mexicana de Asociaciones de Atletismo, la Asociación Internacional de Maratones y Carreras de Distancia, además de que tiene la etiqueta Oro de la asociación World Athletics, aún se vislumbra lejana la posibilidad de que la carrera ingrese al selecto grupo de los llamados World Marathon Majors, que son los siete maratones más importantes del mundo como es el caso de Boston, Berlín, Chicago, Londres, Nueva York, Tokio, y este año Sidney, los cuales cuentan con atractivas bolsas económicas.

Tan sólo para darnos una idea de los premios monetarios que otorgan esas competencias, la Maratón de Boston contempla una bolsa de aproximadamente 868 mil 500 dólares, un monto de 150 mil para el primer lugar en la categoría estelar y 25 mil para el ganador en silla de ruedas, es decir que a la Maratón de la Ciudad de México aún le queda mucho que trabajar en ese sentido.

Y no sólo se trata de atractivas bolsas económicas para convertirse en una de las llamadas Major, también una carrera de ese nivel debe cumplir una serie de criterios muy estrictos y específicos con un alto nivel de organización, como es el caso de los puestos de abastecimiento, reunir a los atletas de élite más importantes del mundo y rigurosos tiempos de clasificación.

Así es que, si a las autoridades y a los patrocinadores les interesa elevar el nivel de la competencia, tienen un enorme desafío enfrente, que implica trabajar conjuntamente a fin de lograr que la competitividad y la organización de la carrera de fondo pueda mejorarse y desde luego cuidar que no ocurran situaciones como la del domingo pasado en que dos atletas en silla de ruedas, increíblemente, se accidentaron por una coladera.

Oferta laboral en sector de contabilidad y finanzas

Alrededor de 2.7 millones de personas trabajan en actividades relacionadas con estos sectores, lo que equivale a aproximadamente al 4.5 % del total de la población ocupada en el país, de acuerdo con datos del INEGI.

En el primer semestre de 2025, se registró un descenso en la oferta de vacantes del 24% respecto al semestre previo, en ofertas de empleo de contador, auxiliar contable, analista contable y analista de nómina; así como una baja de 34.7 % en vacantes de auxiliar administrativo, analista de cuentas por cobrar, asesor financiero y cobranza respecto al mismo periodo, en la base de datos de Computrabajo, el sitio de empleo líder en Latinoamérica.

La tendencia a la baja en la oferta de vacantes en el sector financiero y contable en México, puede atribuirse a varios factores estructurales y coyunturales como:  digitalización y automatización de procesos; nuevas competencias requeridas; reestructuración empresarial; externalización de servicios y factores macroeconómicos desafiantes; lo que en su conjunto estaría reduciendo la demanda de perfiles operativos y aumenta la búsqueda de perfiles más estratégicos y con habilidades digitales específicas.

El cargo Sheinbaum: entre cifras y realidades apareció primero en Mundo Ejecutivo.

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