Gobierno de la CDMX: autoridad que no reprime, deprime
Es verdaderamente indignante lo que ocurre en la Ciudad de México, desde hace varios años, con el tema de las manifestaciones violentas, ya que cada vez se antoja más lejano que las autoridades capitalinas decidan hacer algo por evitar que grupos delictivos destruyan, roben, vandalicen y lesionen a personas a diestra y siniestra, sin que nadie les haga absolutamente nada.
El absurdo pretexto de que el gobierno no reprimirá nunca más al pueblo, es un argumento completamente desgastado e inverosímil que solo justifica la ineptitud de quienes tienen a cargo la gobernabilidad de la capital del país, ya que al proteger a unos cuantos que no tienen oficio ni beneficio, dejan al desamparo a quienes sí generan algo productivo por la ciudad.
De acuerdo con la CANACO Ciudad de México, las movilizaciones del 2 de octubre habrían representado una pérdida económica cercana a los 17 millones de pesos que se dejaron de vender luego de que 342 unidades económicas, es decir, negocios establecidos que producen o comercializan bienes o servicios, debieron cerrar sus puertas.
A eso habría que agregar lo que arroje el recuento de los daños en negocios como fue el caso de una joyería, un supermercado o una óptica, que fueron saqueados o vandalizados con una impunidad absoluta ante la mirada de cientos de policías, que solamente cumplieron órdenes superiores de mantenerse al margen y recibir infinidad de agresiones que a decenas de ellos les costaron diversas lesiones, incluso de gravedad, que requirieron hospitalización.
Y peor aún es ver a un inefable secretario de Gobierno como César Cravioto politizar el tema al decir que quienes querían ver a la 4T reprimir al pueblo se quedaron con las ganas. Se equivoca, ningún ciudadano quiere ver una represión, lo que millones de capitalinas y capitalinos demandan es que las autoridades hagan su trabajo y eviten todos los destrozos que se generan cada que hay una movilización de este tipo. Si no los van a detener, al menos que eviten que hagan daño a quienes con muchos esfuerzos trabajan todos los días, de sol a sol, para ganarse el sustento diario.
Conflicto armado contra los cárteles
El presidente Donald Trump notificó a varios comités del Congreso de Estados Unidos que el país está en un “conflicto armado no internacional” con cárteles de la droga, ahora organizaciones terroristas y “grupos armados no estatales”, lo que le da derecho a poderes extraordinarios en tiempo de guerra.
En México tienen su sede seis de las once organizaciones del narcotráfico hasta ahora designadas como terroristas: Cártel de Sinaloa, Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), Cártel del Noreste (CDN), La Nueva Familia Michoacana (LNFM), Cártel de Golfo (CDG) y Cárteles Unidos (CU). Las otras cuatro son: Tren de Aragua y Cártel de los Soles, ambas originarias de Venezuela; Mara Salvatrucha (MS-13), en Centroamérica, y más recientemente designados, los Choneros y los Lobos, de Ecuador, vinculadas al Cártel de Sinaloa y al CJNG.
La operación más avanzada y evidente se está viendo frente a las costas de Venezuela contra el Cártel de los Soles, encabezado por el presidente Nicolás Maduro, y el Tren de Aragua. Al día siguiente, de que trascendió la noticia de la notificación al Congreso y como si fuera para reconfirmar, el secretario de Guerra, Pete Hegseth, anunció el cuarto ataque con misil a otra lancha que presuntamente transportaba droga, en aguas internacionales frente a la costa de Venezuela, con saldo de 4 muertos.
Como en aquella guerra contra el terrorismo ejecutada contra Al Qaeda a raíz de los ataques terroristas del 11 de septiembre del 2011, la notificación de “conflicto armado no internacional” significa el inicio de una guerra asimétrica que tendrá como teatro principal el continente americano, con acciones militares unilaterales contra objetivos en cualquier parte del mundo, además de otras acciones financieras, diplomáticas, extralegales y de inteligencia. Como hace casi 25 años, se trata de una guerra en la cual Estados Unidos buscará aliados explícitos, donde el gobierno mexicano no podrá permanecer neutro, porque el enemigo está aquí, no en Medio Oriente y, todo indica, en algún momento sucederá la primera operación.
Global Sumud Flotilla: del mar al desierto
Lo que debía ser un acto de solidaridad civil terminó en una operación militar. Como ya se anticipaba la misión de la Global Sumud Flotilla, que buscaba llevar medicamentos y suministros a la Franja de Gaza, fue abortada en cuestión de horas por el ejército israelí.
Sin muchos escrúpulos los militares cruzaron la zona de seguridad para, en aguas internacionales, abordar las embarcaciones. No se reportan heridos, sin embargo, el saldo de detenidos superaría los 450 de distintos países en un rango que abarca activistas como Greta Thunberg, europarlamentarios e incluso la ex alcaldesa de Barcelona, Ada Colau. Hablamos de representantes de 40 naciones (entre ellas México) que ahora se encuentran recluidos en la prisión de Ketziot.
Vendrán días difíciles para los detenidos en lo que se determina su situación jurídica. Ketziot es un centro penitenciario ubicado en el desierto de Neguev, organizaciones como Addameer, Physicans for Human Rights Israel, han denunciado condiciones calificadas como inhumanas y degradantes; uso excesivo de la fuerza; violaciones de las normas mínimas de detención, como negligencia médica e higiene y saneamiento insuficientes. La sarna es uno de los problemas mayormente documentados.
La Global Sumud Flotilla no era un acto de guerra ni un desafío militar como pretende hacer creer la narrativa israelí. Simplemente era una expresión de desobediencia civil y solidaridad internacional distribuida en 44 barcos. Se trataba de denunciar el bloqueo inhumano que asfixia a dos millones de personas en Gaza desde hace más de 17 años.
El proceso de deportación podría llevar de días a semanas dependiendo de varios factores: la nacionalidad de los detenidos, los convenios diplomáticos con sus países, las presiones internacionales, la postura legal frente a las reclamaciones legales y los posibles cargos que Israel les impute, eso sí, analizado caso por caso.
Mientras tanto el tiempo se agota para Hamas. El plan presentado por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, tiene fecha de caducidad y es un “todo o nada”. Si para el domingo no hay una respuesta completa, la amenaza de desatar un infierno podría concretarse, sin importar que Hamas este dispuesto a intercambiar rehenes.
El proyecto, que en principio suena razonable, oculta en el trasfondo una imposición, contempla: cese al fuego inmediato; desarme total de Hamas (lo que en los hechos plantea su desaparición); administración internacional provisional en Gaza; retiro parcial de Israel; reconstrucción bajo supervisión externa y el intercambio de prisioneros, 48 rehenes israelíes a cambio de mil 950 palestinos, entre ellos 250 con cadena perpetua. No se habla del levantamiento del bloqueo. No se garantiza la autodeterminación. Se exige rendición. No negociación.
El plan Trump no es una solución, es un chantaje que Israel respalda y Europa, con su silencio, lo legitima. Sin justicia para las víctimas palestinas, sin fin al asedio y sin reconocimiento a los derechos fundamentales no habrá paz sostenible, solamente pausa entre guerras. Hamas está consciente de ello y trata de comprar un tiempo que hace rato se le agotó.
Humberto Marengo Mogollón: Premio Nacional de Ingeniería Civil 2025
El experto en presas, Humberto Marengo Mogollón, fue designado Premio Nacional de Ingeniería Civil 2025 por el Colegio de Ingenieros Civiles de México (CICM). Lo anterior, en reconocimiento a su destacada trayectoria en el ejercicio profesional como ingeniero civil por más de 50 años, a su vocación gremial y a sus múltiples aportaciones técnico-profesionales que han contribuido al desarrollo de importantes obras de infraestructura hidráulica que impulsan el desarrollo nacional.
El ingeniero civil y doctorado en ingeniería hidráulica por la UNAM, actualmente se desempeña como Subdirector General Técnico de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA). Marengo Mogollón laboró 35 años en la Comisión Federal de Electricidad (CFE), donde impulsó y participó en el desarrollo de grandes obras de infraestructura, como presas, proyectos hidroeléctricos e infraestructura eléctrica, entre ellos los proyectos del sistema hidroeléctrico del río Grijalva, Chicoasén, Peñitas, Temascal Ampliación, Zimapán, Aguamilpa, El Cajón y La Yesca. Cabe destacar que estas últimas tres presas fueron reconocidas por el Comité Internacional de Grandes Presas (ICOLD) entre las mejor diseñadas y construidos en el mundo en su tipo, por emplear la técnica de enrocamiento con cara de concreto.
El reconocimiento se le entregará en el 33 Congreso Nacional de Ingeniería Civil a realizarse del 11 al 13 de noviembre próximos, en las instalaciones del Colegio. En horabuena.
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